• El Gobierno mantiene la prestación de 1.200 euros al año (no se engañen: 100 al mes) para las madres trabajadoras que se creó en 2003.
  • Esa cuantía, que no da para mucho, beneficiará también a partir de ahora a las familias numerosas y a las que tienen descendientes o ascendientes discapacitados.
  • Más cosas de la reforma: los autónomos que ganen menos de 12.000 euros al año verán cómo su retención baja del 21% al 15%.
  • El Impuesto de Sociedades desciende para las grandes y las pequeñas empresas, pero no para los bancos, que ya han recibido bastante, dice Montoro.
  • Desde Bruselas, a lo suyo: critican de nuevo que no se suba el IVA y les preocupa el cumplimiento del objetivo de déficit, aunque el Ejecutivo sigue empeñado en no tocarlo.

La semana ha comenzado de la misma manera que terminó el vienes pasado, es decir, con la reforma fiscal encima de la mesa y con su director de orquesta, el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro (en la imagen), como protagonista. Este lunes ha comparecido en una larga rueda de prensa -de dos horas y media- para explicar algunos pormenores de la reforma estrella del Gobierno e incidir, cómo no, en lo que más le interesa que resalten los medios.

Pero Hispanidad ha optado por otros aspectos y, aunque le ha costado obtener el turno de palabra para preguntar al ministro, finalmente lo ha conseguido. Es cierto que la reforma fiscal mantiene la ayuda para las madres trabajadoras con hijos menores de tres años y que crea nuevas figuras de protección social, que benefician a las familias numerosas y también a las que tienen descendientes o ascendientes discapacitados, pero también se olvida de otras: de las madres que no trabajan. Reproducimos la conversación que Hispanidad mantuvo con Montoro.

-Señor ministro, ¿por qué no se extiende la ayuda de 1.200 euros también a las madres que no trabajan, que son seguramente las que más la necesitan porque tienen menos ingresos, pues puede que sí quieran trabajar, pero aún no hayan encontrado un empleo

-Mantenemos el impuesto negativo sobre la renta que creamos en el 2003 para fomentar la actividad laboral de la mujer, que ha sido madre y regresa a su puesto de trabajo, que lo pudiera hacer compatible, y potenciar la política familiar. Además lo extendemos a las familias, así que la mujer no trabajadora también es beneficiaria de esa ayuda. Se podría haber optado por eliminarlo, pero lo hemos mantenido.

-Sí, pero sólo perciben la ayuda las familias numerosas.

-Pero la madre no trabajadora también se puede beneficiar del mínimo exento del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) -para ingresos inferiores a 12.000 euros al año-, pues forma parte de la unidad contribuyente.

El diálogo con Montoro pone en entredicho la "preocupación del Gobierno por la política profamiliar", pues la reforma fiscal sólo va a beneficiar a las madres trabajadoras, a las familias numerosas y a las que tengan descendientes o ascendientes con una discapacidad superior al 33%. Pero, señor ministro, quedar exento del pago del IRPF no es lo mismo que recibir una ayuda de 1.200 euros al año -es decir, 100 euros al mes-, que tampoco dan para mucho. Está claro que Rajoy y compañía no han hecho nada para converger en este sentido con sus vecinos europeos. Es más, las ayudas resultan ridículas comparadas con las que reciben las madres en otros países europeos como Alemania o Francia. Por todo esto, la conclusión parece sencilla, las mujeres no trabajadoras tienen que tener al menos tres hijos para beneficiarse de este impuesto negativo. El cual es acumulable, sí coinciden varias situaciones familiares, así que en vez de 1.200 euros podrían recibir 2.400 y hasta un máximo de 4.800.

Y hablando de familias, Montoro se ha rodeado de la suya ministerial, pues le han acompañado: el secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ferre; la secretaria de Estado de Presupuestos, Marta Fernández Currás; el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta; y el director de la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT), Santiago Menéndez.

Más puntos a destacar de la reforma fiscal. Los autónomos con rentas inferiores a los 12.000 euros anuales tendrán una rebaja del tipo de su retención en IRPF, que pasará del 21% actual al 15%, a partir del próximo mes de julio. Además su tipo general se situará en el 20%. También se limita la aplicación de los famosos módulos, pues su umbral de exclusión baja hasta los 150.000 euros en ingresos y esta misma cantidad en gastos, entre otros aspectos.

Otro cambio importante. La indemnización por despido trata de introducir algo de equidad y beneficiar más a los sueldos medios y bajos, por ello se establece un mínimo exento de 2.000 euros por año trabajado para salarios inferiores a 20.000 euros anuales. Pero es un 'impuesto' nuevo. Y si tenemos en cuenta la cantidad de trabajadores que han caído en los ERE y no tiene trabajo, la cosa suena a sacar dinero de donde más duele.

El Gobierno apuesta por fomentar el ahorro a largo plazo en este impuesto con la creación del plan 'Ahorro 5' y con la limitación de las aportaciones a planes de pensiones (una única de cómo máximo 8.000 euros/año).

Respecto al Impuesto de Sociedades, que baja de la misma manera para las grandes y las pequeñas empresas, algo no del todo justo, hay que destacar que no desciende para los bancos, pues su tipo se mantendrá en el 30%. "Parece justa correspondencia por la asistencia financiera ya recibida", ha señalado Ferre, pues "fueron tratados de forma especial y necesaria para el conjunto del país". Además potenciarán la autofinanciación de las empresas, con dos reservas: la de capitalización y la de nivelación.

La familia del cine tiene razones para estar contenta, pues tendrán desgravaciones más ventajosas y que intentarán fomentar que se rueden más producciones extranjeras en nuestro país. Una forma de compensar el famoso IVA cultural, aunque no ganará con ello ningún adepto en ese sector tan ideologizado (¿se acuerdan del de 'la ceja'

Montoro también se ha tirado alguna que otra flor, algo que le encanta, pues ha referido que "el proyecto del Gobierno es sostener la presión fiscal y que caiga la participación del gasto público sobre el Producto Interior Bruto (PIB)". Además hay recuperación de ingresos sobre el PIB y ya crecen por encima de la actividad económica -de enero a abril de 2014 un 4,8%-. "Cuotas históricas en la capacidad de recaudación, sin que haya inflación", ha añadido.

En la rueda de prensa, el ministro ha sido interpelado en varias ocasiones por las críticas que la reforma fiscal ha recibido desde la Comisión Europea (CE), pero ni se ha inmutado. Pues el Gobierno sigue empeñado en no subir el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), algo que no dejan de pedirle una y otra vez desde Bruselas -tampoco se entiende muy bien por qué- por el susto permanente de que no cumplamos con el déficit. "España está cumpliendo con sus cifras", ha respondido Montoro de forma tajante. Respecto a las cotizaciones sociales ha destacado que ya se han rebajado con la puesta en marcha de la tarifa plana de 100 euros. Sólo subirá el IVA de algunos productos sanitarios, que pasan del tipo reducido (10%) al general (21%).

El Ejecutivo presume con orgullo de su reforma fiscal: están seguros de que creará empleo, mejorará la competitividad de las empresas y será consecuente con los objetivos de déficit público. Veremos qué sucede porque ahora es sólo un anteproyecto de ley, que debe someterse a consulta pública (los ciudadanos podrán 'enmendarla' en la página web, una tontería como otra cualquiera), a la negociación con los agentes sociales y al trámite parlamentario. Además en materia tributaria las autonomías también toman decisiones. ¿Es mejor que lo que había Parece que sí, pero siguen olvidándose de cosas.

Cristina Martín

cristina@hispanidad.com