• Y el embajador de EE.UU no para en defensa de los fondos norteamericanos.
  • El ministro Soria no se atreve a reducir las primas a los 2.000 nuevos MW de termosolar (principal interesado, Abengoa).
  • Y Luis Delso demanda al Estado por la foltovoltaica.
  • Y al mismo tiempo, las eléctricas advierten a Soria que no invertirán si se les imponen nuevas tasas.
  • La deuda de las cinco eléctricas supera ya los 70.000 millones de euros.

Semana de infarto para José Manuel Soria (en la imagen). Lo decía este lunes el presidente de la Comisión Nacional de la Energía, Alberto Lafuente: hay renovables y renovables: la eólica, por ejemplo, está mucho más subvencionada y produce mucho más que la solar, tanto en su versión fotovoltaica como en la termosolar. El problema es que en la fotovoltaica, su principal producto, T-Solar, del grupo ISOLUX, ya ha llevado a los tribunales al Gobierno, español. Es el principal producto de energía fotovoltaica y su dueño, Luis Delso, en un alarde de patriotismo, ha denunciado al país por la reducción de primas realizadas por el anterior ministro de Energía, Miguel Sebastián. Con todo, la broma nos viene saliendo por más de 2.000 millones de euros al año (sólo fotovoltaica).

Claro que ahora la tensión, nunca mejor dicho, se vive con la termosolar, que nos va a salir aún más cara que la fotovoltaica a partir del próximo ejercicio y durante un lapso de 25 años prorrogables. Y en materia de termosolar, los reyes del mambo son las tres compañías que más subvenciones reciben por este tipo de energía: Abengoa, Acciona y ACS, conocida como la Triple A.

Pues bien, sus propietarios, entre las que se cuentan algunas de las familias más ricas del país, se niegan a que la próxima reforma gubernamental, reduzca un sólo euro las subvenciones públicas a este tipo de energía, la más cara de todas, y junto a la fotovoltaica, causante principal del déficit de tarifa, que ya ha alcanzado los 24.000 millones de euros.

Los Benjumea, Entrecanales o March están muy crecidos porque saben que cuentan con el apoyo del embajador estadounidense en Madrid, Alan Solomont, el más entrometido delegado de la Casa Blanca que haya padecido España. Asegura que llevará al Gobierno a los tribunales si daña los intereses de los fondos norteamericanos que han financiado parte de las renovables españolas, fiados del maná que suponía el dinero público.

Lo que está en juego son 2.000 millones de euros en primas anuales por los 2.000 MW de energía termosolar preasignados. Eso es lo que nos va a costar a todos la Triple A, si consiguen doblarle el pulso al Gobierno.

Por decir algo, durante el primer trimestre del año las primas a las renovables aumentaron un 25% respecto al ejercicio anterior.

Las cinco eléctricas recuerdan a Soria que su deuda ligada a inversiones ya supera los 70.000 millones de euros y que en la anterior reforma, el Gobierno Rajoy no tocó las renovables pero impuso una nueva retribución a las eléctricas (1.400 millones menos) y subió la tarifa a los ciudadanos (1.700 millones de euros más).

De esta forma, ha sucedido lo que tenía que suceder: rebaja de 'rating' para Red Eléctrica y Enagás e Iberdrola, que se aproximan al bono basura y perspectiva negativa para Endesa y Gas Natural Fenosa. En definitiva, si la política energética del Gobierno no en favor de la energía verde no cambia, las eléctricas detendrán sus inversiones como ya han aminorado la inversión en distribución, un negocio que ya no resulta rentable.

Miriam Prat

miriam@hispanidad.com