Para Nicolás Redondo, en Onda Cero, ETA está echando un pulso al Gobierno. Algunos libros hacen referencia a que las estrategias de apaciguamiento no surten efecto porque son interpretadas como un signo de debilidad de la otra parte, su dialéctica es victoria o derrota, y por lo tanto, lo que hay que hacer, dirán, es aprovecharse, porque hay que ganar. Esa es una referencia básica que debe tener cualquiera que quiera ver derrotada a ETA. Mientras no esté derrotada ETA, intentarán conseguir objetivos políticos e intentarán una negociación que convierta al asesino en héroe, y la única forma de hacerlo es conseguir objetivos políticos. Esa es su dialéctica: la nuestra debería ser tomar la iniciativa y dejar claro que no va a haber mesas de negociación. El procedimiento es fundamental: si aceptaran mesas para reformar el sistema institucional del País Vasco, estaríamos dando la razón a ETA, y pondría en una situación dramática a lo que hemos venido haciendo desde el 78. Segundo : el engranaje de la administración es tan perfecto que aunque algunas partes del engranaje fallen, las demás siguen funcionando, y la garantía es la justicia y que ante la justicia tiene poco pito que tocar.