La representante de la Corporación Proyecto Esperanza (que se dedica a dar asistencia a mujeres para prevenir el aborto y para restablecer a las que padecen síndrome post-aborto) en Coyhaique al saber que se había encontrado un niño abortado flotando en aguas servidas a principios de diciembre hizo los trámites pertinentes para darle sepultura. Recibió al nonato el 24 de enero, el mismo día fue bautizado, inscrito en el Registro Civil como Moisés y sepultado. La municipalidad le proporcionó un lugar en el cementerio local, ella le confeccionó una cajita y un matrimonio les regaló una cruz para su nicho. Se realizó una ceremonia religiosa y el bebé fue sepultado con la dignidad que todo ser humano se merece, en especial este bebé abortado. Varios abogados pertenecientes a asociaciones pro-vida colaboraron para que se pudiera enterrar a este niño a quien se le negó la posiblidad de vivir.
El mismo día 24 se supo que lo mismo acababa de pasar en la ciudad de Valparaíso. La asociación de jóvenes Gente Nueva de esa ciudad están procediendo a hacer los trámites para dar sepultura digna a este niño que fue igualmente encontrado flotando en aguas servidas. Recemos para que este niño también pueda recibir una sepultura digna como merece toda persona.
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