La vicepresidenta segunda del Gobierno, Elena Salgado, retaba ayer al líder del Partido Popular a especificar qué partidas de gasto recortaría en los Presupuestos Generales del Estado para 2010.

Pues miren, en el informe presentado por el Ceo de Gas Natural, Rafael Villaseca, tiene usted una posible respuesta, doña Elena: reduzca usted las subvenciones que reciben las carísimas energías verdes, especialmente la solar, pues, como asegura Villaseca, España puede convertirse en un laboratorio de energía solar. En otras palabras, que los españoles, todos ricos por su casa, paguemos a los multimillonarios sus tontunas solares más que nada para que puedan enriquecerse un poquito más.

Hay dos maneras de salir de la crisis, por la izquierda o por la derecha. Por la izquierda aumentando la inversión pública -no el gato ni las subvenciones públicas-. Por expresarlo de forma simple, creando muchas aves. Si para ello hay que endeudar al Estado o incluso subir impuestos, pues se hace.

La otra es la salida liberal que consiste en reducir el tamaño del Estado, el gasto público y, si acaso, las inversiones públicas, reducir impuesto y liberar dinero para el consumo.

El problema de ZP no es que se haya equivocado de opción, es que no ha optado por ninguna. Se ha limitado a aumentar las subvenciones destinadas, no a reactivar la economía, sino a ganar votos, sean de ecologistas, de inmigrantes o de parados.

Ahora ya no tiene margen ni para la salida por la derecha o por la izquierda.

Por otra parte, las palabras de Salgado acusa a  Rajoy de haberle faltado al respeto por dirigirse al presidente del Gobierno demuestra una muy fea inclinación feminista a ocultar su negligencia bajo la excusa del sexismo. Hay mujeres incapaces de reconocer su fracaso que se escudan en el machismo imperante. Señora vicepresidenta: ya no cuela.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com