Sr. Director:
La píldora del día después (PDD) tiene efectos abortivos y el aborto está considerado como un asesinato.

 

Así de rotundo se manifestó el cardenal Barragán en un portal italiano, donde manifestó que cada aborto, en cuanto que suprime una vida humana, es un crimen, un delito y merece un castigo. Se trata -añadió- siempre de un medio abortivo y, como tal, representa un violación gravísima del derecho a la vida, sagrada e inviolable.

En este sentido, declaró de manera taxativa que nadie puede manipular la vida a su antojo. Es -constató- un don de Dios.

A veces, personalmente, he tenido el siguiente pensamiento: la conducta de quien practica un aborto es, seguramente, más grave que quien compra un revolver en una armería con intención de matar.

Si tenemos en cuenta lo que afirma la ciencia que cuando el espermatozoide entra en el óvulo hay vida humana no cabe duda de que el mío sea un mal pensamiento.

Xus D Madrid