A mí no me llama la atención el comportamiento de Txapote, que es un asesino despiadado. A mí me impresiona todavía más la conducta de nuestro Presidente del Gobierno, porque se va a sentar en una mesa con Txapote sin pedirles previamente que pidan perdón a las víctimas. Mientras estos dos asesinos desafían a esta familia y al resto de los españoles, el Presidente del Gobierno, con una sonrisa de oreja a oreja anuncia que va a sentarse con estos a negociar. ¿Cómo es posible sentarse a la mesa con esta banda de facineroso sin cumplir una serie de condiciones? ¿Cómo es que ayer no estaba Peces Barba? opinaba Alberto Recarte en la COPE.

 

Y José María Marco destacaba que estamos en una situación de protección literal a los asesinos. Los asesinos tienen el helicóptero permanentemente encima. Están protegiendo a los interlocutores del Gobierno. Lo cual indica muchas cosa sobre el futuro de la negociación, y todo eso está dispuesto para proteger a tres asesinos.