• Con su presencia, el presidente del Gobierno quiere una mayor implicación de los 'grandes' en la industrialización de España.
  • La recetas que maneja el Ejecutivo para la reindustrialización pasan por consumir más productos de aquí y que las multinacionales aprovechen a la pymes.
  • La idea es que esas propuestas se plasmente en un 'pacto de Estado' con empresarios y sindicatosd..
  • No se plantea otra cuestión importante: las empresas deberían aumentar su tamaño y reducir los costes para ser más competitivas.
  • Es preciso reducir los costes energéticos, logísticos y flexibilizar los costes laborales.
  • ¿Entre los costes logísticos Un ejemplo: España sólo trasporta por ferrocarril el 4% de la mercancía, mientras que Alemania el 20%.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quiere dar un paso al frente y 'mojarse' un poco más en una de las grandes asignaturas económicas pendientes del país: la industrialización. Para tan noble empeño, Rajoy se reunirá el 7 de mayo con el Consejo Empresarial de Competitividad (el CEC). Conocerá así, de primera mano, las sugerencias y puntos de vista de las principales empresas del país, antes de emprender un pacto de Estado sobre el impulso de la industria. Ese asesoramiento vale más, hoy por hoy, que el de las patronales y los sindicatos.

La reunión no será en Moncloa, como otras veces, sino en la sede central de Telefónica, peso pesado, con su presidente, César Alierta, en ese Consejo, del mismo modo que Emilio Botín, del Santander o Isidro Faine, de La Caixa. También forman parte de ese selecto grupo Antonio Brufrau, de Repsol; Sánchez Galán, de Iberdrola; Francisco González, de BBVA; Isidoro Álvarez, de El Corte Ingles; Pablo Isla, de Inditex, Isak Andic, de Mango; José Manuel Entrecanales, de Acciona; Antonio Huertas, de Mapfre; José Manuel Lara, de Planeta; Rafael del Pino, de Ferrovial o Juan Roig, de Mercadona.

Y es que hay asignaturas que nunca terminamos de aprobar, que van pasando de julio a septiembre, un año y otro. Es el caso, en España, de la industria. Los gobiernos -unos y otros- parchean pero no corrigen. España necesita una industria fuerte, fundamentalmente, para equilibrar su economía. A diferencia de otras grandes economías, en nuestro país pesa en exceso el sector servicios y falta un sector industrial como Dios Manda, sólido. Hoy apenas representa el 16% del PIB. Y Rajoy parece que se ha dado cuenta. El criterio del CEC será fundamental.

Recientemente, el Círculo de Empresarios se hacía eco de esta carencia y planteaba la necesidad de empresas más fuertes y más competitivas, algo que se puede lograr con menos costes operativos y burocráticos. La fórmula no es nueva. Desde numerosos foros y en numerosas ocasiones se han lanzado mensajes

El diario 'Expasión' abre la portada de este lunes de Pascua con este tema y anuncia que el Gobierno ha planteado a las empresas y sindicatos 'un pacto de Estado' para la reactivación. Las medidas más importantes se centran en tres aspectos: potenciar la compra de productos nacionales dentro de España, el apoyo de las multinacionales a las pymes, dentro y fuera del país (dentro, contratándolas; fuera, presentándolas y comunicad sus virtudes) y, tercer lugar la mejora de la investigación y reduciendo los costes energéticos y laborales.

Todo eso está muy bien. Las propuestas se apoyan en un informe de Boston Consulting. Pero inevitablemente debe haber mucho más.

El Círculo de Empresarios lanzó en 2013 tres propuestas muy concretas, algunas de las cuales están recogidas en el informe de Boston Consulting y otras no. De ahí el interesante contraste.

La primera medida del Círculo afecta al impulso del tamaño empresarial. Se trataría de "favorecer que las pequeñas empresas se transformen en medianas y las medianas en grandes". Eso se conseguiría eliminando el exceso de regulación que contamina la actividad económica en nuestro país y supondría acabar de una vez con las trabas burocráticas y las duplicidades y unificando la regulación entre distintos entes territoriales.

La segunda propuesta se concreta en la reducción de los costes operativos para las empresas. Se trataría de evitar con ello que "nuestras empresas no operen en términos de inferioridad con nuestros competidores más directos". En ese sentido, plantea tres campos concretos para reducir los costes: el energético, el logístico y la flexibilización de los costes laborales. Entre los costes logísticos, el informe sugiere, por ejemplo, hacer un mayor uso del ferrocarril que "sólo transporta el 4% de nuestras mercancías, cuando en Alemania supera el 20%".

La última propuesta para impulsar la industrial apunta a la flexibilización de los costes laborales. Sostiene que la reforma laboral ha dejado varios aspectos sin abordar como la empleabilidad del trabajador o la segmentación de los contratos.

Además de flexibilizar el trabajo a tiempo parcial y la reducción de la jornada, el Círculo plantea la necesidad de "un cambio de mentalidad que permita prácticas como las que se dan en otros países como Alemania: si a una empresa le sobra el 25% de horas trabajadas, debe ser asumible por la empresa y por los empleados el que éstos no vayan a trabajar una semana de cada cuatro en lugar de que se tenga que despedir al 25%".

Mariano Tomás

mariano@hispanidad.com