El presidente del PP, Mariano Rajoy, ha pedido la dimisión del director del CNI, Alberto Saiz, por sugerir que los atentados del 11-M habrían podido ser evitados si el Gobierno hubiera atendido las advertencias del riesgo islamista emanadas desde los servicios secretos del Estado. Rajoy se queja de que el CNI trate de responsabilizar al Gobierno de los atentados: Podría hacer lo mismo con los atentados del viernes en Zaragoza, pero no voy a caer en semejante irresponsabilidad.

Hasta aquí, todo bien. Lo que ocurre es que Rajoy ha despreciado ante quien le ha querido oír la labor del CNI. ¡Ah!, sí, los informes, están por ahí, señala con desprecio una montaña de papeles sin leer. Y una cosa es que los servicios secretos no sean lo eficaces que debieran y otra muy distinta es que los responsables políticos no hagan uso de los servicios de inteligencia disponibles. Despreciar la inteligencia siempre sale caro.