El presidente del PP, Mariano Rajoy, aprovechó su encuentro con el Círculo Ecuestre de Barcelona para convocar una junta directiva del PP catalán. Su discurso fue muy claro : no estamos aquí para que nos llamen bonitos, no son momentos para las medias tintas, sino para ser claros, vivimos momentos muy duros y debemos de defender nuestras ideas con firmeza, sin amilanarnos.

Aunque los asistentes consultados señalan que no se trató de una crítica directa a Piqué, la evidencia se termina por imponer. Rajoy levantó en casa la tarjeta amarilla: ya está bien de medias tintas. Así que se llevó a Piqué a recoger firmas a la calle. O sea, a recuperar la calle, aunque los separatistas insulten.

Conviene recordar que Rajoy mostró en público su apoyo a Piqué como el hombre del PP en Cataluña, el que defiende nuestras ideas y hace oposición al tripartito. Sin embargo, las presiones internas existen. El secretario general, Ángel Acebes es partidario de solucionar el problema antes de que explote. Y en el PP catalán, no se sienten nada cómodos con un personaje del que sospechan que dará la campanada justo antes de las elecciones autonómicas. Así que, qué menos que una tarjeta amarilla, aunque sea en casa.