El presidente del PP, Mariano Rajoy, estuvo el pasado viernes en Barcelona. Junto a Piqué, criticaron el Estatut por su déficit de valores fundamentales y su desligación del humanismo cristiano. El mismo Rajoy se mostró partidario de pactar con CiU un no al Estatut en el Título I, donde el ala más democristiana de la coalición catalanista se siente más incómoda.

Rajoy hacía esto durante una mesa redonda en la que participó el quién es quién del catolicismo social catalán. A saber: Daniel Arasa, en representación del Pacto por la Vida y la Dignidad y el diputado de Unió, Josep Manel Silva. Ambos criticaron el título I, aunque se manifestaron partidarios del resto del texto por aumentar la capacidad de autogobierno de Cataluña. Además, ambos señalaron también que habían recibido serias críticas por compartir mesa con Rajoy. Ya saben, en Cataluña te puedes reunir con ETA en Perpignan, pero al PP, ni agua. O sea, la oferta de Rajoy probablemente caerá en saco roto. CiU no tiene ninguna intención de echar por tierra el acuerdo con Zapatero. Y menos por una cuestión de principios...

En la mesa también participaron el notario Santiago Gotor, en representación del Foro Arbil y el abogado del Estado Jorge Buxade. Ambos fueron muy críticos con el nivel de intervencionismo del Estatut, que margina al ciudadano en pro de un hiperreglamentarismo. Además, Gotor puso de manifiesto que las dos comunidades más secularizadas (Cataluña y País Vasco) son también las comunidades con mayores índices de secularización. Unas palabras que merecieron el aplauso del público.