Sr. Director:

Vuelve a aumentar por cuarto año consecutivo el número de menores condenados en España. Desde 2007 la cifra se ha disparado en más de un 25%. Estos datos no deben pasar desapercibidos en el tráfago de la actualidad.

 

Son alarmantes y hablan con elocuencia de lo profunda que es la crisis educativa y de valores que sufre la juventud, y del fracaso del tratamiento del menor conflictivo.

El problema debe ser abordado con decisión y el primer paso para hacerlo es percatarse de su magnitud.

El nuevo Gobierno tiene una profunda labor a realizar en el tema de restablecer valores a través de la enseñanza.

Suso do Madrid