Sr. Director:

 

En un país donde cada día es más difícil predicar la fe, donde cada vez es más rabiosamente perseguido ser testigo de Cristo, pero donde afortunadamente aún queda luz entre la oscuridad,  desgraciadamente descubrimos que a veces los que pensamos que nos ayudan a mantener esta hoguera encendida, parece que están más por la labor de  extinguir las ascuas que aún mantienen viva la llama de la fe.

Y entre esa luz podemos ver a Radio María, quién tras los últimos 10 años de duro trabajo ha conseguido llevar a casi todos los puntos de España la palabra de Dios, con una programación adecuada para un público que según parece, en este país cada día es más "inadecuado".

A principios de año el  Gobierno estatal concedió a las Comunidades Autónomas cientos de frecuencias FM para que las distribuyeran en su territorio, para Radio María que ya posee 121 frecuencias repartidas por todo la nación, era muy importante obtener el mayor número de licencias posibles para seguir llevando a cabo su maravillosa labor apostólica. Para lo cual emprendió una campaña de recogida de firmas en toda España, para presentar en los diferentes gobiernos autonómicos, más de 800.000 personas apoyaron esta iniciativa, y es de suponer que de las casi 900 frecuencias que ha concedido el gobierno, algunas sean para Radio María.

Pero el caso más sorprendente, y digno de mención, es el de Madrid, capital del país y bastión del partido popular, donde según los rumores sobre la concesión de licencias, Radio Maria quedaría fuera del espectro radiofónico, algo que resulta increíble teniendo en cuenta las cuotas de audiencia de esta emisora en la capital, y el servicio que presta desde ella a todo el país, pues como todo el mundo sabe, una emisora de ámbito nacional, suele tener su sede en la capital de España y en este caso no es diferente, es allí donde se fraguan y realizan la mayoría de sus programas, cerrar Radio María en Madrid sería cercenarla en el resto del país.

Puede que ya sólo nos quede la oración y tener esperanza en que las agoreras predicciones no se cumplan, pero de ser así, nos tiene que servir de reflexión para posicionarnos, especialmente en Madrid, donde nuestros dirigentes después esperan fervorosamente en las urnas la ayuda de las ascuas que colaboran a extinguir.

Alexis Martín Alayón

alexismartinalayon@yahoo.es