Sr. Director:

Se ha publicado recientemente un clarificador artículo en La Razón (3/1/07) acerca de la masonería, de un prelado italiano, monseñor Luigi Negri, en el que relaciona las logias masónicas con el poder.

Conocidas son las connotaciones de secreto y falta de transparencia que han rodeado a las logias y a sus miembros. Se los relaciona con toda clase de poder. Tanto el político, como el económico, mediático, militar y hasta el religioso.

Hora es ya que hoy, en democracia, salga a la luz lo que permanecía aún en la sombra, pues dice el EvangeliTodo el que obra el mal, aborrece la luz, y no viene a la luz, porque sus obras no sean reprendidas. Pero el que obra la verdad, viene a la luz, para que sus obras sean manifestadas (Jn.3, 20).

Es por esto que somos muchos los ciudadanos que queremos saber no sólo lo referente al 11-M, sino la negociación del Gobierno con la ETA, así como la corriente laicista que nos invade por doquier. Quizás en la masonería se encuentre la clave.

Monseñor Negri dice:La masonería está en el seno del laicismo moderno y comparte con él, la gran preocupación de construir un mundo como si Dios no existiese. Esta frase nos suena. ¿Verdad? Mientras, el laicismo está a la orden del día.

¿Tenemos derecho a saber los ciudadanos la pertenencia o no a la masonería de los políticos que nos gobiernan?

Miguel Rivilla San Martín

miriv@arrakis.es