La venta de AUNA telecomunicaciones es como las peleas de familias: son las peores. Así, Merrill Lynch, el banco de inversión que ha recibido el encargo de elaborar el paquete de ventas, se queja de que recibe presiones de las partes sobre quién debe ser el vendedor. Los que más lo sufren son la jefa del banco norteamericano en España, Eva del Castillo, y los responsables directos de la operación, entre ellos, Oficialdegui, un veterano de las operaciones europeas.

Por cierto, ahora, semanas después de que Hispanidad insistiera en el nombre, hasta la prensa especializada española reconoce el interés del mexicano Carlos Slim en hacerse con AUNA. Precisamente Slim, es al que La Gaceta de los Negocios considera como el candidato favorito del Gobierno. Precisamente el mexicano Slim, para quien trabaja el ex presidente Felipe González. Precisamente Slim, el más terrible enemigo de Telefónica en México, donde hace todo lo posible para ahogar a la compañía española, a veces incluso con buenas artes.