Sr. Director.

Quisiera mediar en la polémica de lo que cada comunidad autónoma aporta o recibe del estado explicando cuán carente de sentido resulta en una hacienda de caja única.

Me parece improcedente la forma en que esos políticos de Madrid y de Barcelona imputan las inversiones que el estado realiza en otras las comunidades autónomas para demostrar lo generosas que son. Los 300 kilómetros de autovía que discurren por Castilla-Mancha para ir de Madrid a Valencia no son inversión para los castellano-manchegos sino que lo van a utilizar todos los españoles, como tampoco son para castellano-leoneses los 300 kilómetros de autovía que una empresa de Esplugues de Llobregat utiliza en Castilla-León para llevar sus productos a Galicia.  

Respecto al esfuerzo fiscal del que hacen gala, les recuerdo que somos los consumidores quienes pagamos todos los costes en los productos y servicios que consumimos, incluido el Impuesto de Sociedades y los seguros sociales de los trabajad ores, no los habitantes de la comunidad autónoma de la empresa que fabrican el producto o suministra el servicio. Si  alguna comunidad autónoma no quiere pagar tantos impuestos la solución es sencilla: que no los recaude, que mañana mismo sus empresas reduzcan sus ventas. Mermados los beneficios que procedan a reducir plantillas, así también pagarán menos IRPF y todos nos igualaremos.

Y si algún equipo de sesudos tecnócratas o departamento de estudios al servicio de quien les patrocina la empanada, quiere desde Madrid o Barcelona estrujarse el cerebro intentando crear una fórmula para desvelar la incógnita, al menos que nos inviten  participar a las comunidades de gran extensión geográfica para poder defender que todas esas autovías y AVES no son de nuestro uso exclusivo.

Francisco Solano López-Bleda

solanolb@ono.com