Sr. Director:

Hace unos días leía en una carta las preguntas que lanzaba su autora: ¿Quién paga el viaje del Papa a Valencia? ¿Por qué los políticos tiran el dinero por la ventana si está faltando para solucionar los problemas sobre los salarios, del derecho a una vivienda digna y en los ámbitos de educación, sanidad, pensiones o inmigración?- seguía preguntando-. Dado que las preguntas no son inocentes y pretenden dejar mal al Papa y a los organizadores del viaje, me siento en la obligación de responder. El viaje lo pagamos muchos miles de gente que aún creemos en la familia y esperamos del Papa la ayuda y los ánimos que nos niegan nuestros políticos. Lo pago yo que haré 1200 Km. en coche: en verano necesito el aire acondicionado con el consiguiente aumento de consumo de combustible, y calculo un consumo de 120 litros a más de euro litro; de estos, el 70 % pasa a impuestos directos (quiero decir que con mi viaje pago al Estado más de 80 euros directamente). Por asistir y como donativo, he dado 37 euros; cuenten; eso directos. Estaré tres días en Valencia, que no dormiré al raso ni viviré del aire.

Seamos serios. El viaje lo pagamos, directa y/o indirectamente, los católicos que asistimos; no obstante, aunque no fuera así, un país debería estar orgulloso de poder organizar unas Jornadas como éstas. Pero ya se sabe, siempre hay algún aguafiestas y muchas laicistas a los que este evento los revienta.

Jesús Domingo Martínez

mayoverde@terra.es