Sr. Director:
En los posibles cambios todos los cargos del Gobierno eran intocables excepto, claro está el de Trabajo, parecía que el de la super-vice  no se movería ya  que era  la que siempre en todo y por todo había  defendido al presidente, últimamente llego a decir, en una cadena de TV, poco mas o menos, que era su ídolo, el único.

 

Producida la crisis parecía que todos los cambios irían en torno a la caída de la vicepresidenta primera y portavoz Teresa Fernández de la Vega. La mejor defensora de ZP, en perpetuo enfrentamiento con quien ahora le usurpa el cargo, el enemigo ya súper ministro, Alfredo Rasputín Rubalcaba, quien seguirá manteniendo el Ministerio del Interior. Esto supondrá tres sueldos para el súper ministro, que no es moco de pavo, como dicen en mi pueblo. 

Y la pobre Princesa, Fernández de la Vega, en otra hora portavoz del Gobierno ha sido abandonada y además ha recibido la mayor bofetada asestada por el presidente, ella que tanto lo defendió, que corría a proteger a su príncipe ZP ahora esté la deja abandona a su destino, tirada, olvidada. ¡La Princesa está abandonada! Aunque en el Consejo de Estado no va ha estar tan mal. 

Pedro J. Piqueras Ibáñez