El paro se situó, según la EPA, en el 21,3%, lo que supone 4,91 millones de desempleados (tenía razón el Gobierno, no alcanzó los 5 millones. Menos mal).

En la Unión Europea de los 27, el desempleo está en el 9,5%. La inflación española subió en marzo dos décimas, hasta el 3,8, mientras en Europa está en el 2,8. La balanza por cuenta corriente se ha deteriorado, es decir, que seguimos creando empleo fuera.

En cualquier país con un mínimo de decoro, la vicepresidenta económica del Gobierno habría presentado su dimisión, y probablemente el jefe del Gabinete, también. Porque esto no es una noticia, es un drama.

Eulogio López

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