Sr. Director:
El episodio de la denuncia de un alumno musulmán a su profesor por nombrar la palabra jamón en el aula podría pasar por anecdótico, pero no lo es, ni tampoco el asesinato del gobernador del Punjab por rechazar la ley de la blasfemia.

 

Mohamed ha sido el nombre más común entre los nacidos en 2010 en Bruselas y en España, los primeros bebés de 2011 han sido hijos de marroquíes y argelinos. La población musulmana se afianza en Europa mientras una mira con preocupación los atentados que sufren los cristianos a manos de los islamistas en Egipto, Pakistán, Irak, Filipinas Peor aún es el apoyo que brinda la UE al ingreso de una Turquía que ha impedido en Chipre, por ejemplo, celebrar a los cristianos la Navidad. El estilo de vida islámico es totalmente opresivo: prohíbe la Biblia, llevar crucifijos, discrimina laboralmente a los cristianos empujándolos a la pobreza En Egipto, la radio predica el Corán en el autobús, en el taxi, en la calle, las noticias, y los filmes son interrumpidos 5 veces al día para la oración. Los niños lo aprenden de memoria a pesar de contener numerosísimos textos violentos: el terrorismo no es extraño al Islam:

Corán 9:5: Cuando hayan transcurrido los meses sagrados, matad a los asociadores (cristianos) dondequiera que les encontréis. ¡Capturadles!

¡Sitiadles! ¡Tendedles emboscadas por todas partes! ...El caballo de Troya de la inmigración supone un peligro como lo fue para las primeras colonias cristianas sembradas por los apóstoles, barridas  a manos de un integrismo cruel y despiadado, cuyo Dios, Alá promete el Paraíso a los asesinos del credo de Jesús.

Eva N Ferraz