Sr. Director:
Pienso que la siguiente sentencia es importante: Sin entender su sentido, no se puede gustar de la vida, tal vez por ello muchos preferían no haber nacido y por lo mismo justifican evitar los nacimientos con leyes inicuas.

 

Parece que este es el drama que ha servido al Gobierno de Rodríguez Zapatero para impulsar un cambio de mentalidad y ocultar una evidencia de nuestra civilización: que toda vida humana debe ser protegida incondicionalmente.

La vida de la mujer, a la que deberían darse facilidades para llevar adelante su maternidad, y la vida del hijo que espera. Sólo un vacío educativo explica que una parte de la sociedad admita una ley del aborto contraria a la evidencia de la ciencia, de la razón y de la propia sensibilidad humana.

Por ello, pienso que es necesario dar la batalla en el campo político, cultural y educativo para crear en la sociedad lo que ha pedido el Papa Benedicto XVI: un clima de alegría y confianza en la vida. Así es posible vencer el drama de la soledad.

Jesús Domingo Martínez