Sr. Director:
El pasado domingo 30/08/2009 publicaba La Vanguardia la noticia de los inicios del Proceso judicial contra los antiguos gestores del Palau de la Música Catalana y del Orfeón Catalán.

Pronto comenzarán los ciclos musicales del curso 2009-2010. Asisto a un ciclo de estos abonos desde hace más de treinta años, con gran satisfacción en ese templo admirable de la música como es el Palau. Pero esta noticia me ha impresionado.

Por eso me llena de tristeza una noticia que viene arrastrándose desde hace meses, como es la especulación existente en los gestores de esas entidades. Y más, siendo el núcleo y escaparate de la catalanidad, del nacionalismo y de todos los quantums de esa identidad metida a presión. Un verdadero escándalo. Pero no aislado como han publicado los periódicos.

Vamos, que es como si el párroco de mi iglesia le prestase la sacristía para su trabajo, a las prostitutas rumanas para que abandonasen las carreteras donde les permite la autoridad ejercer su oficio.

El oasis tenía los pozos contaminados. Y nosotros sin saberlo. Hoy toca hablar de esto, Sr. Pujol.

Pedro Manuel Peña Pérez

pedrom@arrakis.es