Sr. Director:

Me siento indignada, diariamente, por tanto ataque que reciben las comunidades u organismos regidos por el único partido que, desde 1975, ha demostrado ser coherente, desde la economía hasta la política sanitaria (mejoraron las atenciones y acortaron listas de espera), laboral (no tuvieron huelgas), internacional, contención del gasto y aproximación a los países adelantados de Europa y cuantos etcéteras se quieran añadir.

Entrar a gobernar las izquierdas y comenzar estas campañas de descréditos, organización de mentideros, provocación de altercados y manifestaciones, todo una.

Volvemos, de nuevo, a las incoherencias de 1934. ¿Cómo se puede llegar a tanta indignidad y ser tan profesionales de la mentira? Es decir, las meteduras de pata de este gobierno, a todos los niveles, se deben aplaudir como si de éxitos se tratasen: Pérdida de competitividad, aumento del endeudamiento exterior en más de un 400%, se inician huelgas hasta en Justicia y, ahora, como colofón, lo del Severo Ochoa. Es lamentable. Es rastrero. Es clásico de las normas estalinianas.

¿Por qué no se comprueba, en primer término, la filiación política del Dr. Montes? ¿Por qué no se investiga hasta qué punto existen beneficios económicos en algunas actuaciones del hospital que muevan a pensar que no deben permitir estas investigaciones que puedan descubrir otros asuntos de mayor calado económico para los bolsillos de algún gerifalte, profesional o político, del entorno del Severo Ochoa? A lo mejor hay grandes sorpresas. Que se inicie una auditoria de la administración y, quizá, se descubra el hilo del ovillo.

El PSOE, históricamente, está involucrado en todos los asuntos que, de alguna forma, dejan réditos económicos: Fondos Reservados, Filesas, Rumasa y sus privati-ventas-regalos-Cisneros, Ave, Expo y tantos y tantos asuntos. ¿No es posible que este sea la punta del iceberg de otro, relacionado con la sanidad?

Por favor, seamos serios y hagamos un llamamiento a la cordura del pueblo para que salga a la calle a reclamar verdades.

Esto tiene todos los visos de una repetición de los años 1934 a 1939 y, sinceramente, con hijas y nietos estoy aterrorizada.

M.Cruz Montagudo Esplugues

mcruzvsanz@hotmail.com