Más aún teniendo en cuenta las numerosas irregularidades habidas en la instrucción y el propio juicio.
No podemos olvidar que este es un juicio político con el que se pretende no sólo castigar a quien se atreve a ir contra los dictados de las teorías de género, sino usarlo de ejemplo para que nadie más se plantee siquiera contravenir los dictados de la agenda de género. Un caso más de persecución al disidente/opositor.
Las mentiras en general y los datos falsos sobre maltrato en particular en las que se basan para sostener sus peregrinos argumentos e intentar imponer los delirantes criterios de las feministas, no pasarían el menor examen, por poco riguroso que fuese.
El fondo del asunto no es otro que el económico, con cargo a los Presupuestos generales del Estado, y el control de la sociedad llegando al extremo del manifiesto SCUM de Valerie Solans.
Projusticia ha prestado su apoyo a D. Fernando Ferrín desde el primer momento, incluso asumiendo su defensa letrada a cargo de D. Javier Pérez-Roldán, miembro de la Junta directiva de Projusticia, pues en Murcia no había abogado que se atreviese a llevar su representación por el temor a las represalias.
Projusticia seguirá apoyando a D. Fernando Ferrín tras la sentencia llegando, caso de ser la sentencia condenatoria, a las instancias correspondientes y presentando las oportunas querellas por prevaricación. Pues hemos de defender no sólo la manifiesta inocencia del acusado sino hacer público el estado represor al que nos vemos abocados por los dictados de las feministas que se hayan enquistadas en los partidos políticos en particular y en la Administración pública en general.
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