Lo explica, y muy bien, José Ángel Gutiérrez, en su brillante resumen de la actualidad hispanoaméricana: Néstor Kirchner, presidente dinástico de argentina y ahora primer líder de UNASUR, ha conseguido el homomonio en Argentina. El lobby homosexual mundial, uno de las puntas de lanza de Nuevo Orden Mundial, cuyo único enemigo es la Iglesia. Y que, como ocurre con España, no puede entenderse Iberoamérica sin el cristianismo, no tiene sentido, porque el Cristianismo está en su origen.

El segundo punto, asimismo reseñado por Gutiérrez, es el chantaje a Europa de los nuevos tiranos -y aprendices de tiranos- hispanoamericanos, unidos alrededor de Unasur -liderado por el mismo Kirchner- para que el presidente hondureño, Porfirio Lobo, no acuda a la Cumbre Unión Europea-Iberoamérica. Honduras, un ejemplo de la resistencia la opresión, que descabezó a un aprendiz de tirano llamado Mel Zelaya que quería perpetuarse en el poder y que, contra todo el mundo, también contra la necedad de Zapatero, impuso razón y justicia y mantuvo la limitación de mandatos en el poder, se convierte en el gran objetivo de tiranos como Chávez, Correa, Morales  Castro u Ortega. El mejor, Honduras, perseguido por los peores, con la necia anuencia de la Europa zapateril.

Por tanto, el peligro para Iberoamérica es doble: descristianización y tiranía. Y ambos van muy unidos: la familia natural, formado por hombre y mujer y abierta a la vida, a los hijos, no sólo es una realidad moral sino política: esa familia se una resistencia a la opresión, es la cuna de la libertad individual, donde a la gente se la valora por lo que es, no por lo que aporta.

El NOM está obsesionado contra el mundo hispano: pretende introducir en Hispanoamérica el aborto obligatorio y el homomonio para que degenere, y la degeneración de una entidad no es más que la traición a sus orígenes: en este caso que nos ocupa, Iberoamérica, su origen se llama cristianismo.

Y cuando se margina al cristianismo se margina la libertad de los hijos de Dios: surge la tiranía. Hondura es mucho más que un conflicto institucional, se ha convertido en la cuna de un movimiento que puede salvar la democracia en el mundo: la limitación temporal de mandatos. No sé ni si los propios hondureños son conscientes de la grandeza del movimiento popular que han creado: un movimiento verdaderamente libertario, espléndido. ¿Qué es lo que más teme el autócrata? Verse limitado, no en el espacio, sino en el tiempo. La liberación comenzó en Honduras, por eso los tiranos le califican de fascista. Hay que apoyar a Honduras y hay que salvaguardar las raíces cristianas de Iberoamérica.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com