Sr. Director:
Tal vez motivado por el caso del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, y la prostitución de menores, Benedicto XVI ha pedido a la sociedad y las instituciones públicas que recuperen sus raíces espirituales y morales para dar una nueva consistencia a los valores éticos y jurídicos de referencia y por tanto a la acción práctica

 

Además, el Papa ha recordado que en el pensamiento moderno se ha desarrollado una visión reductiva de la conciencia según la cual cada uno tiene su propia moral (relativismo).

La consecuencia más evidente, según ha explicado Benedicto XVI, es que la religión y la moral son marginadas en el ámbito subjetivo y privado y que la fe y sus valores no tengan derecho a un puesto en la vida pública y civil.

En la misma ocasión ha manifestado que la Iglesia no cesa de ofrecer su contribución a la promoción del bien común y de un progreso auténticamente humano y ha pedido que se ofrezcan un buen ejemplo de positiva interacción entre sana laicidad y fe cristiana. ¿Están nuestros políticos dispuestos a contribuir en este progreso? Cabe preguntarse.

Suso do Madrid