• Acusa a Occidente de doble vara de medir recordando Kosovo, "en cuyo caso reconocieron la separación como legítima y demostraron que no hace falta que el otro país esté de acuerdo". 
  • Crimea es "una parte inalienable de Rusia", declara el presidente ruso.
  • Y acusa a los actuales dirigentes ucranianos de "neonazis".
Histórico discurso del presidente ruso, Vladimir Putin (en la imagen), en una sesión especial del Parlamento ruso, donde, ha defendido que Crimea es "un territorio estratégico" y "una parte inalienable de Rusia", y como tal, "debe pertenecer a un estado estable" que "hoy en día sólo puede ser Rusia", al tiempo que ha denunciado que las autoridades de Kiev están controladas por "neonazis". "No queremos dañar al país", ha dicho dirigiéndose a los ucranianos, a los que ha prometido que Crimea "será una casa para todos los pueblos que viven ahí, pero nunca será una casa para los seguidores de Stepan Bandera", en referencia al líder nacionalista ucraniano del siglo XX, considerado filonazi por muchos.

Putin ha interpretado el derecho internacional alegando que no prohíbe la autodeterminación y ha recordado a Occidente el caso de Kosovo, "en cuyo caso reconocieron la separación como legítima y demostraron que no hace falta que el otro país esté de acuerdo", señalando el "cinismo" de impulsar conflictos en otros países "por los intereses propios". Y ha recordado que la separación de Crimea se ha basado en los estatutos de la ONU de la misma manera que lo hizo Ucrania al salir de la URSS.

El presidente ruso ha apelado también al pueblo de EEUU "que desde la declaración de independencia se enorgullecen de la libertad como valor más importante", pero "para nosotros, sucede lo mismo". Y ha hecho lo mismo con la reunificación de Alemania: "Espero que los alemanes entiendan que cuando se reunificaron las dos Alemanias, nosotros respaldamos esa unión y espero que ellos lo hagan ahora".

Durante su discurso ante las dos cámaras del Parlamento ruso, Putin ha advertido de que si Crimea no pasara a formar parte de Rusia "podríamos perderla muy pronto" y se ha referido a los supuestos planes de las nuevas autoridades ucranianas de entrar en un futuro en la OTAN. "Eso sería una amenaza para Rusia", ya que los buques de guerra de la Alianza fondearían en el puerto de Sebastopol, donde ahora lo hacen los barcos de la flota rusa del Mar Negro. "No puedo imaginarme ir a Sebastopol y ser recibido por marinos de la OTAN", ha afirmado.

El mandatario ruso negó haber desplegado tropas en Crimea "pese a tener el permiso del Parlamento" e insistió en que nunca se superó el límite de 25.000 soldados que el acuerdo con Ucrania permitía mantener en la península donde está estacionada la flota rusa en Mar Negro. Pero todavía no se sabe de qué país son las tropas desplegadas por Crimea...

También ha recalcado que "en Crimea podría haber habido víctimas y afortunadamente no ha sido así". "No recuerdo ninguna otra intervención en la que todo haya transcurrido sin disparos ni víctimas", ha dicho el presidente ruso sobre lo ocurrido en los últimos días.

Al final, el presidente ruso ha firmado el acuerdo para la anexión de Crimea y Sebastopol a Rusia con el primer ministro de la península, Sergei Aksionov, y el presidente del Parlamento crimeo, Volodimir Konstantinov, así como con el alcalde de la ciudad autónoma, Alexei Chaly.

Todo su discurso ha sido jalonado por ovaciones y aplausos de los presentes, en una parafernalia que ha recordado bastante a la de la antigua URSS. Rusia se ha hecho con Crimea por la vía de los hechos. Y Occidente no puede hacer nada. Porque nadie se plantea un escenario de guerra.

Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com