Sr. Director:

Anoche aparecía en TV5/TF1 J. Chirac rodeado de jóvenes entre los 20 y 30 años que paciente e incansablemente le hacían una y otra vez prácticamente las mismas preguntas. En el programa se suponía que se iba a tratar el tema del Acuerdo llamado "Constitución Europea".

A los jóvenes les interesaba fundamentalmente conocer en qué medida este Tratado iba a mejorar su situación laboral. Se asomó someramente al plató el tema de la inclusión de los países del Este en la Unión y la "deslocalización" de las empresas, esto es, la emigración de aquellas sitas en Francia hacia estos países. La contestación de Chirac podemos resumirla en un "n'ayez pas peur", esto es, no tengáis miedo (¿a quién me recuerdan a mí estas palabras?), confiad, que habrá un efecto boomerang (a pesar de que en estos países la imposición fiscal sea tan tan tan baja en comparación con Francia).

El ejemplo que tomaron a colación fue España. Argumentaba este nuevo mesías de la nueva pseudoreligión de corte iluminado, que Francia se ha nutrido enormemente del mercado español y portugués, a pesar de los miedos que había a la inclusión de la Península Ibérica en la Unión. Y que, además, si un francés iba al exterior, todo el mundo le admiraba por el mero hecho de ser francés, aunque seguro que no se refiere a España ni tampoco a algunos países africanos, por ejemplo Ruanda ¿verdad? Por cierto, vino a decir que los sueldos en España se han igualado con los de los demás países europeos "pudientes". Hay que tener poca vergüenza.

Por último detacar que la Europa que defiende, según sus propias palabras, es una Europa "no liberal", esto es "fuerte y organizada" y contraria al "ultraliberalismo". Ahí es donde te quiero ver. Aquello con lo que no comulgas es "ultra" además de anglosajón y "globalizador". Lo que no hizo fue explicar qué entendría por "ultra", "anglosajón" y "globalizador".

En conclusión, no daba la impresión de que la juventud estuviese más interesada en el "supranacionalismo", "desglobalizacionismo", "antiamericanismo" y demás "ismos", que en su realidad inmediata, esto es, la que conocen. Tal vez podría decirse que pedían que primero se resolviesen los asuntos más básicos y cercanos y que hasta entonces les dejasen de monsergas. Punto para los jóvenes franceses.

Cristina Negro

crisneko@gmail.com