Sr. Director:
Como respuesta al discurso pronunciado el lunes, día 15, por el presidente de la Conferencia Episcopal Española, la portavoz del PSOE en el Congreso, Soraya Rodríguez, no ha tenido otra ocurrencia que amenazar con la denuncia de los Acuerdos de 1979 entre el Estado español y el Vaticano.

Al tiempo, ha acusado al Gobierno de "ceder" ante lo que considera el "chantaje" de la Iglesia Católica a la hora de reformar la ley socialista del aborto, que precisamente fue recurrida ante el Tribunal Constitucional por el Partido Popular cuando estaba en la oposición.

"No debe aprobarse la modificación del aborto, afirmó la portavoz socialista, siguiendo los dictados de una confesión religiosa intolerable y si ha habido compromisos anteriores, indudablemente, abordaremos una reflexión a la revisión de estos acuerdos"

En su declaración, la portavoz socialista ha destacado que cuando el PP se encontraba en la oposición "estuvo ocho años del brazo de la Iglesia, manifestándose en las calles de forma conjunta", y considera que, al ser ahora Gobierno, "debe superar esta situación y legislar de acuerdo con el interés general" y no al particular de la Iglesia o a cualquier otro de tipo económico.

Curiosamente, la portavoz socialista quiso olvidar que el PP se había comprometido en su programa electoral a reformar la ley heredada de la anterior legislatura socialista por considerar que iba en contra del espíritu y la letra de la doctrina sentada por el Tribunal Constitucional cuando abordó en 1985 la ley que entonces propuso el PSOE que condicionaba el aborto a tres supuestos concretos.

Igualmente, la señora Rodríguez, que ya había destacado por su pasión abortista al comienzo de la actual legislatura, ha detallado que la reforma del aborto en la que trabaja el Gobierno -y de la que ayer mismo el ministro de Justicia, Alberto Ruíz-Gallardón, señaló que iba a suprimir el aborto eugenésico en caso de malformación- existe una voluntad para coartar la libertad de las mujeres.

En ese momento anunció que su partido planteará una modificación importante de los acuerdos con la Santa Sede. "No debe aprobarse la modificación del aborto siguiendo los dictados de una confesión religiosa intolerable y si ha habido compromisos anteriores, indudablemente, abordaremos una reflexión a la revisión de estos acuerdos", reiteraba.

Jesús Domingo Martínez