La operación de Recoletos tenía varias fases. Primero el préstamo del Banesto de Ana Patricia Botín (cuñada del presidente Jaime Castellanos) al equipo directivo, después la exclusión de cotización y después la posibilidad de dar el paso a un inversor. Pues bien, ese inversor es Providence, el fondo de inversión especulativo que está detrás de la operación de ONO sobre Auna, que ya posee el 25% de Recoletos.

La estrategia que siguen estos fondos es siempre la misma: colocar primero un "controller" de confianza que revise con su hoja de cálculo, los ingresos, los gastos, las líneas de negocio, etc. De esta forma se podrá conocer dónde se puede meter la tijera. Pues bien, Providence ha propuesto a Alfonso Cortina como controlador de Jaime Castellanos. ¿A qué suena bien?

Pero antes de su incorporación, Providence ha echado una rápida ojeada a la contabilidad interna de la que ha deducido que los 30 euros por metro cuadrado que pagan en medio del Paseo de la Castellana, nada de nada, que se vayan a un polígono industrial. Seguro que a los periodistas de Expansión y Marca que trabajan en esas oficinas les hará mucha gracia desplazarse a un polígono industrial...