Miguel Sebastián eligió como número dos de su lista a Ángeles Álvarez. Enseguida se supo que entre otros méritos, Álvarez destacaba por haber sido esposa del ministro de Defensa, José Antonio Alonso. Pero en su currículum la número dos del PSOE madrileño cuenta con una actividad feminista que hace de ella una candidata perfecta para el Ayuntamiento de la Capital:

Ángeles Álvarez forma parte del equipo que ha redactado y gestionado la Ley Integral contra la Violencia de Género, de cuyos abusos ya hemos dado cuenta en Hispanidad y que consisten básicamente en utilizar falsas acusaciones de malos tratos para sacar un mayor rendimiento al proceso. El crecimiento del número de agresiones y las más de cien cuestiones de inconstitucionalidad presentadas por jueces de toda España ponen en duda la eficacia y la objetividad de esta ley. Cuando la jueza decana de Barcelona, María Sanahuja, denunció el problema, Ángeles Álvarez estuvo entre las que se instaba al CGPJ a que impidiese a la jueza ejercer como tal y que la mantuviesen con la boca cerrada.

Para rematar, Álvarez es de las que disfrutan metiéndose con la Iglesia Católica bajo el manido argumento de que atenta contra los derechos de las mujeres, por ejemplo en Nicaragua (así lo expresa en su blog La Iglesia por aquí) ¿Y qué derechos son esos que ni siquiera se mencionan abiertamente? Pues el aborto, sin ir más lejos, en el que tanto empeño están poniendo las feministas y cuya introducción ha tenido que frenarse porque el pueblo no lo aprueba.