Sr. Director:
El Decreto francés 2014-1196 obliga a que productores e industriales y, a su vez, estos últimos y la distribución renegocien los precios de los productos si hay un aumento importante -del 30% o 40%- durante tres meses consecutivos de precios de las materias primas agrarias y/o alimentarias, superior a la media de las últimas cinco campañas, excluyendo la mayor y la menor.

Este mecanismo de traslación directa de costes a precios a lo largo de la cadena, como ya sucede sin mayor problema en otros sectores, como la energía eléctrica o los combustibles, se aplicará en Francia a la leche y los productos lácteos, todo tipo de carnes, huevos y acuicultura, y a materias primas, como la  leche, cereales y granos oleaginosos.

Parece que el sistema, sin ser perfecto, puede paliar las graves diferencias que se producen en muchos productos agroalimentarios entre el precio en origen y el precio en destino (consumo). ¿Cuándo se aplicará en España uno parecido

Domingo Martínez Madrid