Si coqueteamos con asuntos delicados estamos tentando a la suerte. Y la procreación es un acto con el que no hay que coquetear, de no ser que queramos convertirla en producción de hombres y mujeres, así, en cadena.

Sr. Director: 

La noticia: "En Canadá los hijos de donantes de gametos se querellan para conocer sus orígenes. Se consideran discriminados respecto a los hijos adoptados."

En este contexto, la vicepresidenta del Consejo de Adopción de Canadá, piensa que el argumento esgrimido por los demandantes da en el clavo. "Todos necesitamos saber quiénes somos y de dónde venimos. Da lo mismo que seamos adoptados o concebidos por donación de gametos; todos tenemos derecho a esa información".

Para Joseph Arvay, uno de los abogados que asesora a la demanda, el derecho de los hijos a conocer sus orígenes genéticos es fundamental por varias razones. "El derecho a conocer quiénes son los padres biológicos y cuál es su historial médico puede ser vital para la salud de nuestros clientes.

Además, esta información garantiza que nadie se va a casar sin saberlo con uno de sus hermanos. Pero la razón decisiva es que conocer las propias raíces es clave para la identidad de una persona".

Este hecho nos muestra dónde puede llevar el de hecho de que a la procreación la convirtamos en producción de hombres y mujeres.

Xus D Madrid

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