Los pasos de la Semana Santa discurrirán por Madrid sin otras manifestaciones paralelas
La delegada del Gobierno prohíbe la procesión atea que contaba con un informe desfavorable del Ayuntamiento de la capital.

Parece ser que no iba a ser tan festivo. Dolores Carrión, la nueva delegada del Gobierno, calificó como "acto festivo" la celebración de la procesión atea que se quería celebrar el Jueves Santo por la calles de Madrid, y por ese motivo no iba a prohibirla. Sin embargo, varios días después, y tras un informe negativo del Ayuntamiento que consideraba "una provocación" la marcha atea, ha echado el freno y ha encontrado nada menos que 11 razones para no permitirla.

Parece ser que no iba ser tan festivo el acto. Desde la convocatoria, los carteles anunciadores y las declaraciones de los organizadores, que el día elegido sea el Jueves Santo y que el lugar donde se pretendía realizar la manifestación, "curiosamente presenta nombres relacionados con la simbología católica", la hora de comienzo que "coincide con el de las procesiones católicas" o el hecho de que varios grupos radicales se citaran para acudir al acto, han recomendado no permitir el acto.

Suerte que al menos desde la Delegación del Gobierno se ha utilizado algo de cordura, porque con "actos festivos" como ese luego se extrañan de que haya enfrentamientos.

Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com