• Alierta exige al Gobierno seguridades de que la CNMC no le abrirá un expediente por posición de dominio en derechos.
  • Además, el modelo de TV de pago en España aún no está claro. Además, el Ceo Pallete desconfía de su rentabilidad.
  • Y el problema es que Prisa no aguanta. La venta de Alfaguara ya constituyó un aldabonazo en el prestigio literario de El País.
  • Pero lo de Santillana es peor: suponía renunciar a la gran máquina de liquidez que le queda al Grupo... y sólo para amortizar deuda.
  • Por otra parte, la marcha de Berggruen y Franklin hunde la moral del grupo: "Cuando las ratas abandonan el barco..."
  • Y Abril Martorell sigue pensando en marcharse: Es el único gran directivo que se ha negado a acceder al programa de fidelización para tres años.

Decíamos ayer que la prensa estaba dejando de ser el negocio de los Polanco. Es cierto que Juan Luis Cebrián echó a los hermanos Polanco del grupo hasta que ya no mandan nada. Pero lo cierto es que el próximo 21 de julio se cumplen 7 años de la muerte de Jesús Polanco, y en esa etapa Juan Luis Cebrián ha conducido el grupo a la quiebra técnica. Ahora se han marchado Nicolás Berggruen, el gran 'mecenas financiero', del Nuevo Orden Mundial (NOM) así como su técnico, Martín Franklin, en la sede de El País se dejaba oír la siguiente expresión: "Cuando las ratas abandonan el barco...". Y no es menos ilustrativo que Fernando Abril Martorell sea el único gran directivo del grupo que no se haya apuntado al programa de fidelización a tres años, lo que ha disparado los rumores sobre su salida.

Lo cierto es que a Cebrián no le quedan más cartuchos. Los bancos exigen más cuentas antes de junio, Mediaset no quiere comprar el 18% de Cuatro y los activos iberoamericanos están, en buena parte, prendados y, sobre todo, Telefónica no compra Sogecable.

Y lo malo es que si Alierta no compra Sogecable, habrá que vender Santillana, la máquina de liquidez con la que ahora mismo se pagan las nóminas. La venta de Alfaguara ya supuso un varapalo, con rebelión adjunta de la cuadra de autores. El prestigio de El País como editor literario se vino abajo. Ahora bien, Santillana preocupa más: constituye la máquina de liquidez del grupo.

Y a todo esto, ¿por qué Alierta no da el paso y compra Sogecable Pues porque el presidente de Telefónica quiere seguridad del Gobierno para que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que preside José María Marín Quemada, no acuse a Telefónica de posición de dominio en cuanto se haga con la televisión de Prisa. Y Marín Quemada ya dejó claro que tanto Bruselas como ellos mismos velarán por la libre competencia en este punto.

Y resulta que Alierta ya tiene bastantes problemas con la operación de EPlus en Alemania como para meterse en otro fregado. Se lo está pensando, pero Cebrián está de los nervios.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com