• Por fin, comienza a crecer el margen de intereses.
  • Eso sí, la morosidad sigue creciendo. Aún no hemos salido del túnel.
  • Eso sí, como el negocio típico marcha bien, las provisiones por mora aumentan.
  • Otro punto esperanzador es que desciende el ratio de eficiencia.
  • Mejora la liquidez, al crecer más los depósitos que el crédito.
  • El banco que preside Josep Oliú reduce riesgos: algo hemos aprendido de la crisis.
  • El Sabadell ha sido el banco más beneficiado por la nueva normativa del Gobierno sobre activos fiscales.
  • Por cierto, el ceo del Sabadell -Guardiola- considera que la compra de CX por BBVA les hará ganar clientes.

Los estados contables del grupo Sabadell representan los primeros resultados realmente buenos que observamos en la banca española desde que comenzara el saneamiento del sector por parte del ministro Luis de Guindos. Lo relevante no es el incremento del beneficio del primer semestre de 2014 en casi un 36% respecto al mismo periodo de 2013, lo relevante es el fuerte incremento del margen de intereses ( 24,3%). En trimestres anteriores habíamos señalado que, aunque la banca hubiera comenzado a experimentar una mejora de su resultado, la reducción de dicho margen lo había dejado muy escaso para absorber la morosidad, si esta repuntaba un adarme. Pues bien, la morosidad ha seguido creciendo, así como el esfuerzo del banco que preside Josep Oliú (en la imagen) para asumirla ( 31,9% de deterioros), pero la diferencia entre los intereses cobrados y pagados ha permitido absorber dicho crecimiento con holgura. Y esto es cierto, aunque las cifras no sean directamente comparables porque el Sabadell de 2014 es más Sabadell que en 2013, pues se ha tragado a Penedés, Gallego y Lloyds.

Otros rendimientos, como las comisiones ( 16,2%) y otros gastos, como los de personal ( 16,2% también) parece que crecen menos, proporcionalmente, que lo que han supuesto las incorporaciones de las nuevas entidades, con lo que el resultado final del margen bruto, en el que se incluyen las primeras, y el resultado de explotación, en el que van los segundos, han crecido un 18,2% y un 21,6%, respectivamente. Es decir: menos que el de intereses, que pesa lo suficiente como para absorber el crecimiento del esfuerzo de asunción de la morosidad, que antes apuntábamos.

La eficiencia ha crecido, pues el ratio que la mide cae del 60% al 55,6%, en consonancia con la mejora de márgenes apuntada y comienza a devolver a la entidad a la situación pre-crisis.

La factura fiscal ha ayudado mucho al crecimiento final del resultado: cae un 26,3% y explica que, aunque el beneficio antes de impuestos, sólo crezca el 11,7% el posterior lo haga en la magnitud antes apuntada.

La morosidad ha comenzado a decrecer muy ligeramente (apenas ha pasado del 13,63%, al cierre de 2013, al 13,35%, a junio de 2014), pero está mejor cubierta, no cabe duda, tras el incremento de las provisiones visto antes.

El crédito crece ( 1,5%), pero menos que los depósitos ( 2,3%) lo que aumenta la posición de liquidez del banco que ha reducido en un 69% su recurso al BCE.  Además, el banco ha emprendido claramente una política de reducción del riesgo que se ve no sólo en el aumento de la posición líquida, sino en el fuerte incremento ( 29,5%) de los recursos bajo gestión (fondos de inversión, pensiones y seguros) en los que transfiere los avatares de las operaciones a los partícipes y asegurados. Es razonable la política del banco dada la necesidad de cumplir con los coeficientes de solvencia, mucho más exigentes desde 2010, lo que puede hacerse lo mismo pidiendo recursos a los accionistas que reduciendo el riesgo. Así el 'core capital' ha pasado del 11,1% al 11,4%. Recordemos, además, que por mor de la adquisición de varias entidades, Sabadell era la entidad a la que habría perjudicado más que los activos por impuestos diferidos (DTA o escudos fiscales) se hubiesen restado del capital exigible, por lo que su cumplimiento de la norma ha necesitado de un decreto del Gobierno que ha avalado la recuperación de los mismos en efectivo, si no llega a compensarlos con beneficios futuros.

Y mientras tanto, el consejero delgado del Grupo, Jaime Guardiola, se congratula por la compra de Catalunya Banc -el Sabadell no acudió a la subasta- y asegura que seguirán ganando clientes. Y a lo mejor tiene razón pero nos permite sospechar que Guardiola -antiguo alto ejecutivo del BBVA- considera que los clientes de CX quieren seguir operando con una entidad catalana, sea Caixabank o Sabadell.

Rodrigo de Silos

rodrigode@hispanidad.com