Sr. Director:
Eurovegas no deja indiferente. Tampoco a los católicos y menos a la diócesis de Getafe, de la que forma parte el municipio donde se alzará el proyecto, Alcorcón, y ante la que ha respondido airadamente el presidente de la Comunidad ante las críticas.

"Nos preocupa, nos compromete", dice su obispo en un documento sencillo y fácil de comprender para iluminar a la sociedad acerca de los peligros que entraña la puesta en marcha de un casino de grandes magnitudes. Prostitución, blanqueo de dinero o consumo de drogas aumentarán en la zona. Y familias y jóvenes pueden verse envueltos en una espiral en la que es mejor no entrar.

Además de preocuparse, actuar. Evangelizar, incidir en la solidaridad con los más necesitados, ofrecer alternativas de ocio juvenil y custodiar el bien que supone la familia. Un plan claro y contundente que habla de estabilidad frente a una moneda al aire cuya cruz trae consigo consecuencias asociadas que sacan lo peor del género humano.

En casos como este, la rentabilidad-riesgo económica quizá resulte, pero en el plano humano la sociedad siempre sale perdiendo. Pienso que en esta reflexión no hay motivos para la airada respuesta del Presidente aunque tal vez se vuelve a cumplir la frase "la vedad ofende".

Jesús Martínez Madrid