Sr. Director:
En los últimos días vemos cómo ZP se atreve con los jubilados (les baja la pensión sin avisar antes); con los que llevan más años trabajando, aumentando la edad de jubilación,  porque sabe que estos colectivos no le harán una huelga general que teme; con los no nacidos (aborto libre).

 

En cambio no se atreve con los sindicatos de clase, con los banqueros, con las industrias del automóvil ni con las clínicas abortivas.

ZP nos ha demostrado que se atreve sólo con los católicos, que devuelven amor por odio, y con los débiles.  No  se atreve, por ejemplo, con los musulmanes. Se atreve con las familias pero no con los colectivos de gays y lesbianas, ni con sus amigos de la ceja.

Con todas estas acciones-contradicciones y otras muchas que también nos dejan perplejos, ¿el presidente del Gobierno no está demostrando ser un cobarde? ¿Debe gobernar un país en progreso quien miente y es cobarde?

Jesús Martínez Madrid