Sr. Director:
Después de ver las reacciones de partidarios de sistemas dictatoriales y populistas, resulta confortante la actitud de los dos grandes partidos que se han relevado en el poder desde hace casi cuarenta años y que han apostado con firmeza por la monarquía constitucional, como se ha puesto de relieve en sus declaraciones institucionales y finalmente en la vatoción en el Congreso.

De ellos dos y de algún grupo minoritario, con un respaldo popular fuera de duda a pesar de los resultados de las últimas elecciones europeas, depende que el proceso de sucesión culmine con toda normalidad en la proclamación del todavía príncipe de Asturias como nuevo Rey de España.

Frente a las algaradas callejeras que promueven los grupos radicales está la sensatez y el buen juicio de la sociedad española y de sus principales fuerzas políticas, sin perjuicio de una reforma de la Constitución que sirva para reforzar la unidad y cohesión de nuestra convivencia civil.

J. Madrid