Sr. Director:

Días antes del 18 circulaban las cábalas y rumores sobre la asistencia de Mariano Rajoy a la manifestación a favor de la familia. Finalmente, el Presidente del PP prefirió no manchar su imagen dando apoyo al Foro Español de la Familia, pero tuvo el detalle de mandar a Zaplana y a Acebes para que le hicieran el trabajito.

Con ello, el señor Rajoy dejó claras dos cosas: primero, que no se libra de los complejos y le sigue teniendo miedo a cuatro gatos que no paran de maullar y, segundo, que, a pesar de todo, los que estaban en esa manifestación sólo podían tener al PP como único referente, una forma de mantener agarrado por semejante parte al voto cautivo por si se le ocurriera deprimirse, rebelarse y desatarse de sus cadenas.

Sin embargo, con la asistencia de los dos jerifaltes del PP a la manifestación del 18-J, Rajoy generó una expectativa que ahora empieza a defraudar. Este humilde lector, votante del PP hasta las últimas elecciones, tiene la impresión de que su partido no quiere decir ni mu sobre el asunto (vuelven sus complejos), ni mucho menos piensa presentar el famoso recurso de inconstitucionalidad, por no hablar de lo que hará o, mejor, no hará- al respecto si alguna vez vuelve al poder. Si el PP se empeña en no presentar el recurso, estará reduciendo sus diferencias ideológicas (si es que alguna le queda ya, aparte de la unidad de España) con el PSOE, se estará centrando, pero estará aumentando las diferencias con su electorado, con los millones de personas que salen a la calle, los que escribimos cartas al director como esta, los que firman peticiones a favor de la familia y el matrimonioy con sus propios militantes ¿Qué nos importará entonces que sea el PP o el PSOE quien nos gobierne? ¿Qué sentido tendrá entonces votar al PP? Sr. Rajoy, tome nota.

Gonzalo Rodríguez