Hasta el momento la relación entre Vodafone y Verizon parecía congelada. Vodafone cuenta con el 45% de Verizon, una participación los suficientemente significativa como para aspirar a hacerse con el control de la compañía. Pero, independientemente de que Vodafone tenga capacidad para lanzar una OPA, la directiva de la multinacional estadounidense no estaba por la labor de ceder ante los británicos. Entre otras medidas de presión Verizon dejó de repartir dividendo en los últimos ejercicios.
Sin embargo, la venta del 45% de Verizon haría desplomarse el valor de la acción. Por otra parte, se encontraría con las dificultades de hallar un comprador que se arriesgue a entrar en una compañía en la que la directiva le miraría con sospecha.
Finalmente, ambas telecos parecen haber llegado a un acuerdo. Vodafone se compromete a quedarse como participación financiera, sin aspirar a un mayor control; a cambio, Verizon levantará el asedio e iniciará el reparto de dividendos.
Mariano Tomás
mariano@hispanidad.com
