Ocurrió en vísperas del Debate sobre el Estado de la Nación, el Partido Popular preparó una reprobación de la ministra de Vivienda, Maria Antonia Trujillo, más conocida como la ministra Apretujillos. Sabían que la iban a perder, pero para encontrar un aliado se fueron a hablar con los nacionalista catalanes de CiU. Y entonces se llevaron la sorpresa: los convergentes les advirtieron que estarían dispuestos a apoyarles, pero que lamentablemente no podían hacerlo, dado que el PSOE les había ofrecido un puesto de consejero en la neonata Agencia Estatal de Alquileres y que, naturalmente, pues que más bien no. Y es que cuando no hay cargos disponibles, cualquier cargo es bueno. Un partido es, ante todo, un sistema de reparto de cargos.