Sr. Director:

¡Qué suerte tener libertad!, esa capacidad de decidir responsablemente lo mejor para cada uno. Uno la puede ejercitar en la compra de cualquier producto. Por ejemplo, en la prensa: uno tiene posibilidad de comprar por el mismo precio el esfuerzo tenaz de unos profesionales del periodismo. Estamos viendo cómo los diarios buscan en noble y leal competencia captar lectores: campañas de imagen jamás vistas, esfuerzos por conseguir mejorar cada día en la elaboración de noticias, de planteamientos nuevos y sugerentes, de una valoración de los resultados, etc. Todo eso trae consigo, por el mismo precio, que el público se decante por lo mejor.

Evidentemente, por la competencia viene la calidad, y por la calidad el prestigio, y con ese prestigio se sirve al ciudadano. Aceptando este planteamiento, que incluso es inteligible por las mentes más obsoletas, me pregunto: ¿y la enseñanza? ¿Por qué no se paga lo mismo por una enseñanza pública y privada? ¿Por qué un padre de familia de escasos recursos no puede elegir la privada de calidad para sus hijos? ¿Por qué sólo el señor González pudo enviar a su hijo a la privada en Estados Unidos? ¿Es eso la igualdad que vociferaba en las elecciones? ¿Por qué en España no se puede elegir por el mismo precio?

En Estados Unidos existe enseñanza de altísimo nivel porque la privada compite en busca de dar más calidad que los demás. Si el ex-Presidente del Partido Socialista Obrero comprendió eso, ¿cuándo podrán tener el resto de obreros españoles esa igualdad?

La competencia entre los periódicos es una bonita carrera de larga duración en igualdad de condiciones. ¿Por qué no dar esas condiciones a la hora de elegir centros privados?

Como alguien dijo, todos nacimos originales y morimos copia. El señor González quiso ser original al desear quitar la privada en España y al final fue copia llevando a su hijo a Estados Unidos.

Ahora que en Cataluña quieren quitar los conciertos educativos es un buen momento para repensar muchas cuestiones que tienen que ver con la base de la libertad.

José López

jose_lopez_perez@hotmail.com