Sr. Director:
De nuevo el Tribunal Supremo ha recordado al gobierno catalán lo obvio: que su modelo de escuela monolingüe con una sola lengua oficial, el catalán, como única lengua vehicular de enseñanza no es acorde con la ley.

Porque lo legal -y me atrevería a decir que lo lógico y lo normal- es que en una sociedad bilingüe la escuela sea también bilingüe. Y, por tanto, las dos lenguas oficiales sean vehiculares y no sólo una. ¿Por qué la Consellera de Educación, Irene Rigau, se niega a cumplir algo tan sensato

¿Acaso nuestros hijos sufrirían un terrible daño psicológico y pedagógico si pudiesen aprender de forma equilibrada en nuestras dos lenguas

Me parece que ya es hora de cambiar el empobrecedor monolingüismo de la enseñanza en Cataluña por un modelo mucho más abierto al mundo y enriquecedor, bilingüe o trilingüe.

Teresa Lozano