Sr. Director:

Ahora resulta, contra lo que decían los agoreros, que Valencia esperaba al Papa, que España esperaba al Papa, que España sigue siendo católica, contra el dictamen de Azaña, y contra cuanto desearían ateos, agnósticos, masones o simplemente ignorantes que hacen cuanto pueden por desarraigar de los españoles unas creencias que fueron la raíz de España y que tantos mártires sellaron con su fe hace setenta años.

El viaje del Papa, tan poco deseado y propiciado por el Gobierno socialista, cuyo Presidente ha tenido la indelicadeza y la grosería de no acudir a despedirle, ha servido para fortalecer la idea que la inmensa mayoría de los españoles tenemos sobre las virtudes del matrimonio cristiano, constituido por la unión indisoluble de un hombre con una mujer.

El Santo Padre no ha dicho nada nuevo porque la doctrina de Cristo es inmutable, a pesar de que algún pobre ignorante y señalo a Zapatero- dijera que la Iglesia debe adecuar la doctrina, sobre todo en materia sexual, a los tiempos modernos.

El Papa ha dicho verdades incuestionables, que no son verdad porque las diga el Papa, sino porque las dijo Cristo, porque Dios, con la Ley Natural, nos las metió en el corazón, y porque son conformes con la naturaleza humana y con el sentido común.

Entre otras cosas ha dicho :

1.- Que el matrimonio cristiano es la unión de un hombre con una mujer elevado por Cristo a la dignidad de Sacramento.

2.-Que el matrimonio es indisoluble.

3.-Que hay que respetar la vida humana desde la concepción.

4.-Que el matrimonio es el seminario de la familia

5.-Que los padres, como primeros educadores de sus hijos, tienen la grave obligación de transmitir la fe.

6.-Que la fe es una ayuda para la vida y no una hipoteca.

7.-Que el hombre tiene la necesidad de preguntarse de dónde viene, para qué, y adónde va y escoger el camino adecuado.

8.-Que la libertad del individuo tiene su origen en Dios y no se puede entender de modo subjetivo para no convertirla en libertinaje.

9.- Que el Estado tiene la obligación de ayudar a las familias porque son su fundamento y existe por ellas y para ellas.

Si analizamos la actual situación de España divorcios, abortos, matrimonios entre homosexuales, propaganda anticonceptiva etc.- a la luz de los que ha dicho el Papa, ya vemos lo que podemos esperar de nuestros actuales gobernantes.  Tengo la seguridad de que el Partido Popular, en cuyas filas y entre cuyos votantes existen tantos millones de católicos, tendrá muy presente las palabras del Papa.

No es de extrañar que cuanto ha dicho el Papa sobre las familias esté en contradicción con la política socialista.

Si algunas personas silbaron y abuchearon al Presidente del Gobierno posiblemente tuvieron en cuenta la descortesía con el Papa anunciada a bombo y platillo,- su política anticlerical y su propósito de igualar el matrimonio cristiano con otras uniones que no lo son.

Con razón que España esperara al Papa y que España esté con el Papa.

José Jurado

maryaurpilin@hotmail.com