Lo contaba el diario la Gaceta de los Negocios. Durante la Cumbre Europa-América hispana celebrada en Viena, el venezolano Hugo Chávez le confesaba al argentino Kirchner que Evo Morales se le había ido de las manos: Es más castrista que Castro, advertía Chávez, verdadero creador del mito Morales, a quien hasta ahora ha venido aconsejando mano dura con Occidente.

El mito Franskenstein se encarna así en Hispanoamérica. Morales quiere nacionalizarlo todo y expropiarlo todo, en un ataque directo al derecho humano a la propiedad privada. Ahora obliga al BBVA a regalarle sus acciones en petroleras argentinas, mientras advierte de la reforma agraria que prepara: expropiación de tierras, no para entregarlas a particulares, sino para estatalizar la producción. El leninismo ha vuelto en Bolivia, y ahora ni el doctor Chávez logra parar a la criatura que ha engendrado.