La operación por la que BNP Paribas se ha hecho con el 3% del Banco Popular tiene mucho más calado que el de una mera operación financiera. De entrada, aclaremos que no, que no es una operación hostil. Es más, ha sido el propio presidente del Popular, Ángel Ron, quien ha buscado a la BNP y quien, mediado el mes de diciembre, se plantó en París para explicarles el banco a los franceses. Ojo, Ramiro Mato, el hombre de BNP, no ha intervenido sólo la cúpula del banco galo quien, además, pidió permiso al Banco de España, como es, no preceptivo, pero sí necesario. Toda compra de una participación de un banco grande, por encima del 1% necesita del visto bueno del emisor.
Una cuestión coyuntural, pero importante: durante diciembre la cotización del Popular ha sufrido lo indecible; en enero, se ha revalorizado un 17% más que ningún otro grupo bancario español.
En definitiva, la operación lleva la firma del propio presidente del Banco Popular, Ángel Ron. Él lo ha gestionado con un doble motivo: por una parte, la entrada de los franceses llamada a aumentar- equilibra el peso de los alemanes de Allianz (10%) y del financiero Americo Amorim (7,5%). Naturalmente, los franceses no tendrán, al igual que Allianz, ninguna influencia en la gestión. Es más , se espera que cuando su participación aumente, conlleve la entrada de directivos del Popular en los órganos de administración de BNP. No olvidemos que Ron forma parte del Consejo Asesor de Allianz, donde comparte sillón con Alfonso Cortina.
Pero hay un segundo objetivo que no conviene olvidar. Ron intenta consolidar su propio núcleo duro, ante la paulatina retirada de las familias tradicionales del banco agrupadas en torno a Española de Inversiones y cuya participación ya queda por debajo del 5%.
En cualquier caso, una operación que dará mucho que hablar.
Eulogio López
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