Sr. Director:
La trágica muerte de su presidente Lech Kaczynski y su esposa, junto a otras 94 personas de altas esferas tanto políticas como militares, deja desolado a su país.

 

Hace setenta años, en Katyn, los soviéticos acabaron con las élites polacas. Hoy, la élite polaca ha muerto cuando acudía a rendir homenaje a los fallecidos. Son palabras de Lech Walesa.

Kaczyynski era de esas personas coherentes con sus creencias, vamos de los que no deja sus convicciones a la puerta del despacho. Su muerte se ha producido la víspera de la celebración del Señor de la Misericordia, fiesta instituida por Juan Pablo II en el año 2000. Recordemos que también el Papa polaco murió el día anterior a esta festividad.

La misericordia es en realidad el núcleo central del mensaje evangélico, ha explicado Benedicto XVI. Misericordia es el nombre de Dios y la única fuente de auténtica paz en el mundo que no nace de la virtud de los hombres, sino de que Dios está dispuesto a perdonar.

Me uno al dolor del pueblo polaco y pido al Señor de la Misericordia los haya acogido a todos en su reino.

Nieves Jiménez