Sr. Director:
Cuando se pregunta a los catalanes su opinión sobre las famosas multas lingüísticas, una abrumadora mayoría de casi el 70% se muestra en contra.

 

La mayoría de personas en Cataluña son partidarias de tener total libertad para utilizar la lengua que cada uno quiera en su tienda sin sufrir multas ni imposiciones. De la misma forma la mayoría de catalanes prefieren en las escuelas una enseñanza bilingüe para sus hijos, en español y catalán a una monolingüe sólo en catalán. 

Parece evidente que la política lingüística que sigue la Generalitat de Cataluña es excesivamente radical y muy poco democrática porque está hecha de espaldas a lo que piensa la mayoría de ciudadanos catalanes. 

María Sánchez Reyes