La casualidad no tiene nada que ver con la causalidad, aunque nos empeñemos. Y así se explica más la cortante respuesta que dio Pablo Iglesias (en la imagen) a una periodista (vean el vídeo, merece la pena). Nada es casual en el 'líder' de Podemos aunque parece -sobre todo por la indignación que esgrime el politólogo-, y sin embargo, todo es causal. Causa y efecto, que de eso van la ideología de género -un tótem- y otras cosas para que nos volvamos todos un poco más burros en eso de calibrar y distinguir.

El problema de Podemos es que quien a hierro mata a hierro muere


El 'corte de mangas' tuvo lugar el martes en Bruselas, mientras una periodista le preguntó, como era su obligación, por una información de ABC sobre un supuesto trato de favor del Ayuntamiento de Rivas al hermano de Tania Sánchez (la bola de la 'pareja' de Iglesias, por cierto, no ha hecho más que crecer desde entonces). Tania, la 'novia', como saben, va por otras siglas, Izquierda Unida, y aspira a ser alguien tras las primarias en la Comunidad de Madrid.

La respuesta de Iglesias a tal 'provocación' no tiene desperdicio: "Tania Sánchez es dirigente de una formación política que no es la que yo represento aquí. Me llama la atención que, además, siendo mujer, caigas en este tipo de, digamos, actitudes machistas que yo creo que es muy triste cuando es una periodista quien las lleva a cabo". Y un poco más tarde, sin dejar ese tono en general cabreado, añade: "En cualquier caso, no me cabe ninguna duda de la honorabilidad de Tania Sánchez".

La cosa exige ir por partes. ¿No se da cuenta usted que es una machista, buena señora, por preguntarme por mi 'novia' porque yo soy el 'novio' Vamos, que si ocurriera al revés no pasaría nada, pero, en contra de su condición, la de mujer, me pregunta por otra mujer. Un galimatías.

Si observan con atención la respuesta, divisarán, en primer lugar, a un dirigente político que no permite que le hagan algunas preguntas, lo cual es bastante sorprendente. Los periodistas, que para eso lo son, preguntan por lo que les da la gana -quieren saber para informar, algo a lo que todos los ciudadanos tienen derecho- y el político les responde en serio o con evasivas, pero no prohíbe preguntas ni sacude, tratando de tú, al profesional en plan faltón, como Iglesias. Basta con un simpático "de eso prefiero no opinar" sin más filosofía barata.

Si llevamos el planteamiento de Iglesias hasta el final, además y sin coñas, nadie del PSOE podría contestar a nada que le pregunten por un político del PP, porque es de otro partido, como Pablo Iglesias y Tania Sánchez, o nadie de ERC podría responder a algo sobre dirigentes de CiU. Nos enredaríamos en un "pregúntelo usted a él" valleinclanesco (surrealista, para que me entiendan). Y diantre, si se está acusando a Ana Mato -que sí tiene mucho de hacer leña del árbol caído- de haberse beneficiado, sin mirar de dónde, de su pareja, Jesús Sepúlveda,  y la Gürtel, por qué no se le puede preguntar a Pablo Iglesias por la presuntísima anomalía de un contrato de 136.000 euros al hermano de Tania Sánchez, mientras ésta era concejala de IU en Rivas. Anda ya. Por cierto, Tania Sánchez sigue sin aclarar si votó o se abstuvo en el contrato de su hermano.

En otras palabras, Ana Mato ha tenido que dimitir, no porque haya robado, sino porque se ha lucrado de lo que -presuntamente- robo su pareja. Como pareja de Tania, ¿Pablo Iglesias podría ser acusado de lucrarse con los presuntos 'robos' realizados por su compañera

El 'líder' de Podemos tiene un problema gordo: afrontar sin autocrítica posible que no se puede estar sacudiendo a diestro y siniestro todo el día como si en este país hubiera un antes y un después de su irrupción en las elecciones europeas. Ese autoritarismo y esa displicencia no se entienden bien con el talante democrático. Esa actitud pone a prueba otra igual de contundente: que la lupa se amplíe en profundidad también para ellos (ya está pasando). Es lo que suele pasar cuando se presume de ser el tarro de las esencias o de saberlo todo de la condición humana, como lo de "actitudes machistas" y esas gaitas.

España ha podido empezar sin darse cuenta una segunda transición, es cierto, cambiando las normas desde la legalidad (como ocurrió desde el franquismo a la democracia), pero Podemos no va a tener en ello más protagonismo que el que dan el oportunismo y la arrogancia, que pasan como las estaciones. Y como Pablo Iglesias siga contestando así, de cualquier manera, hasta las estaciones van a durar menos.

Además, señor Iglesias, quien a hierro mata a hierro muere.

Rafael Esparza

rafael@hispanidad.com